Durante los primeros cuatro meses de 2014 se registraron 325 violaciones a la libertad de expresión. Esta cifra representa un incremento de 240% respecto al mismo período de 2013. Hay muchas pruebas del poder arbitrario o del poder intolerante frente al ejercicio libre de la comunicación social, el derecho a manifestar y a la protesta pacífica. Todo se desarrolla en un ambiente de manipulación oficial, distorsión, deformación y engaño por parte del gobierno. El significativo aumento de las violaciones a la libertad de expresión está relacionado al auge de las manifestaciones que se registran en el país desde el 4 de febrero cuando varios estudiantes tachirenses fueron reprimidos y detenidos al protestar contra la inseguridad.
Estas manifestaciones se extendieron a partir del 12 de febrero cuando dos personas fueron asesinadas durante una manifestación en Caracas. Todo ello ha conformado un clima de inseguridad nunca visto.
Ha existido un ambiente de violencia y represión que se oculta tras máscaras legales e institucionales. Tales formas de violencia y de represión han resultado acaso peores que el atropello de regímenes dictatoriales. Así se ha vulnerado el orden constitucional y se ha burlado en forma sistemática la norma legal y los derechos humanos.
Las protestas continúan en todos los sectores y por muy diversos motivos. Es importante que la protesta se mantenga en forma pacífica, pues una espiral de violencia solo puede favorecer a quien está en el poder y tiene el monopolio de las armas.
Al gobierno no le interesa la protesta pacífica, le hace mucho daño, juega a la violencia porque polariza y genera confrontación que es el alimento del modelo socialista-cubano. Es el libreto Castro-comunista que favoreció a Chávez y ahora podría favorecer a Maduro. Por eso se la jugó al desmontar los campamentos de los estudiantes. Con esta nueva estrategia busca enredar y profundizar la división de los sectores democráticos y darle una patada a la mesa de diálogo y permitir que los sectores extremistas ejerzan más influencia para trancar el juego.
Los que protestan pacíficamente si están haciéndole bastante daño al gobierno y así lo entiende. Ahora trata de confundir e inducir errores estratégicos en el seno de la Unidad Democrática. No podrán por cuanto la Unidad es un proyecto de país que trasciende intereses partidistas y personales, y se ha construido con mucho esfuerzo.
Por eso la Unidad Democrática juega a la paz.
@jesus_albertob
Jesus Alberto Barrios 